viernes, 7 de octubre de 2016

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

SALUD

LA DIABETES Y EL CEREBRO


Escribe: Dra. SANDRA DAL MASCHIO

Médica Neuróloga (MN 132.943)


La diabetes es una enfermedad frecuente con un aumento de la cantidad de pacientes nuevos debido a las malas costumbres alimenticias de la población y falta de prevención.
Los siguientes hábitos alimenticios son los que aumentan el riesgo de desarrollar diabetes:
Tomar frecuentemente bebidas azucaradas, se constató que tomar el equivalente a una lata de refresco al día puede aumentar un 22% el riesgo de padecer diabetes tipo 2. 
El consumo de carnes procesadas (ahumada, curada, salada o a la que se han añadido conservantes) como el  jamón, la panceta, las salchichas, el salame (embutidos).
Basar la dieta en harinas refinadas. Mientras que consumir alimentos integrales (pan integral, pasta integral, arroz integral, etc.) disminuye el riesgo.
Consumir con frecuencia la llamada 'fast-food' o comida rápida. Aumenta la obesidad y la alteración metabólica.
La causa de esta enfermedad es el aumento anormal de la glucosa en sangre. Esta situación se produce  por la deficiencia en la producción (diabetes tipo 1  y 2 insulino requiriente), o bien por alteración en la entrada, llamada ''resistencia'', de la insulina (diabetes tipo 2). La insulina es una proteína que funciona como si fuera la llave de la puerta, siendo la puerta la conduce a la glucosa hacia el interior de las células del cuerpo para que estás puedan utilizarla para su funciones celulares, por ejemplo una célula de sistema nervioso para transmitir información con otra.
La enfermedad se caracteriza por ciertos síntomas que pueden pasar desapercibidos como tener la necesidad de tomar más agua que lo habitual, u orinar más de lo habitual, hambre extrema, pérdida inusual de peso, fatiga e irritabilidad, infecciones frecuentes, heridas que tardan en sanar y hormigueo en las manos o pies. A veces el debut es con dolor abdominal intenso y/o alteración de la consciencia.
La glucosa en exceso en sangre daña los vasos sanguíneos, los nervios periféricos y la comunicación entre neuronas. Así produce, si no se controla con dieta y medicación, día tras día lesiones que sumadas que generan expresiones clínicas como la neuropatía diabética, accidente cerebro vascular, demencia vascular en el ámbito de la neurología.
No se ha podido demostrar que la búsqueda, como control de salud en el paciente sano, de la diabetes  proporcione un beneficio incremental comparando el diagnóstico temprano con iniciar el  tratamiento luego del diagnóstico. Pero en los adultos con otras enfermedades como la hipertensión arterial o dislipemia (colesterol alto en sangre) hay buena evidencia de que la detección de la diabetes y su tratamiento mejora el pronóstico de las anteriores. También es sabido que si el diagnóstico es tardío se acumulan las lesiones y se producen complicaciones tanto neurológicas como cardiológicas, renales y oculares.
Siempre recuerde, mejor es prevenir que curar y cuando la enfermedad está instalada realizar el tratamiento adecuado para evitar más daño.

Consultas: 
Tinogasta 3275- C.A.B.A.
Tel. 4503.3254

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