viernes, 2 de septiembre de 2016

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

PREVENCIÓN PARA LA SALUD

CANCER DE MAMA
Factores de riesgo

Dra. SUSANA RAMÍREZ
Ante las repercusiones del artículo publicado en nuestra edición anterior sobre la “Importancia de los controles ginecológicos periódicos” volvimos a conversar con la Doctora Susana Ramírez, Jefa del Servicio de Mamografía y Ecografía Mamaria del Centro Diagnóstico de la Mujer de la FUNDACIÓN CENTRO DIAGNÓSTICO NUCLEAR ubicado en Av. Nazca 3449, C.A.B.A. (entre avenida San Martín y avenida Beiró, frente al Hospital de Oncología “Angel H. Roffo”).
En esta oportunidad la doctora se refirió a los FACTORES DE RIESGO DEL CÁNCER DE MAMA.

¿Qué es un factor de riesgo?
Un "factor de riesgo" es todo aquello que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Algunos factores asociados al cáncer de mama escapan a nuestro control, por ejemplo, la edad, los antecedentes familiares y personales. No obstante, existen otros, como el sobrepeso, la falta de ejercicio, fumar, no ingerir comida saludable, etc. que se pueden cambiar tomando decisiones.
Es decir, un estilo de vida saludable contribuye a disminuir los factores que podemos controlar y para aquellos que no están a nuestro alcance cambiar (por ejemplo, la genética), podemos aprender los pasos de protección que ayudan a una detección precoz:  autoexamen mamario, consulta periódica al ginecólogo y los estudios pertinentes que éste indique, como las mamografías y ecografías mamarias.

¿Cuáles son los riesgos establecidos que no podemos manejar?
Sexo. Ser mujer es el mayor factor de riesgo para que se forme cáncer de mama. Si bien los hombres pueden padecer la enfermedad, las células mamarias de las mujeres crecen y cambian constantemente, principalmente debido a la actividad de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. Esta actividad aumenta notablemente el riesgo de cáncer de mama.
Edad. El envejecimiento es el segundo factor de riesgo más importante. En edades de 30 a 39 años, el riesgo es de 1 en 227, es decir, del 0,44%. Después de los 60 años, el riesgo pasa a ser de 1 en 28, es decir, del 4%.
Antecedentes familiares de cáncer de mama. Aquellas que tienen un familiar de línea directa (madre, hija, hermana) que ha sido diagnosticado con cáncer de mama o tienes varios familiares que han padecido cáncer de mama u ovario (especialmente antes de los 50 años), pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Antecedentes personales de cáncer de mama. Las mujeres a las que le han diagnosticado cáncer de mama en el pasado, tienen mayor riesgo de que  éste reaparezca, ya sea en la misma mama o en la otra.
Raza. Las mujeres blancas y particularmente las de origen judío asquenazi ,son un poco más propensas a desarrollar cáncer de mama que las mujeres africanas, asiáticas, latinas y originarias de América.
Terapia de radiación en el tórax. Recibir terapia de radiación en la zona del tórax en una edad temprana (infancia o juventud) como tratamiento para otro cáncer aumenta significativamente el riesgo de que se forme cáncer de mama. El mayor riesgo se da cuando la radiación se aplica durante la etapa de desarrollo de las mamas (adolescencia).
Alteraciones de las células mamarias. Cualquier alteración atípica de las células mamarias que se detecte en una biopsia (extracción de tejido sospechoso que se analiza con un microscopio) puede ser un factor de riesgo. Estas alteraciones incluyen la proliferación de células (llamada hiperplasia) y el aspecto anormal (atípico) de las células.
Exposición al estrógeno. Debido a que el estrógeno en las mujeres estimula el crecimiento de las células mamarias, la exposición a esta hormona durante períodos prolongados ininterrumpidos puede aumentar el riesgo de que se forme cáncer de mama. Algunos de estos factores de riesgo no se pueden controlar, entre ellos:
- Empezar a menstruar (períodos mensuales) en una edad temprana (antes de los 12 años)
- Entrar en la menopausia (fin de los ciclos mensuales) en una edad avanzada (después de los 55 años)
La exposición a estrógenos en el ambiente (por ejemplo, las hormonas presentes en la carne o los pesticidas como el DDT, los cuales producen sustancias similares al estrógeno cuando son absorbidos por el cuerpo)
Embarazo y lactancia. El embarazo y la lactancia reducen la cantidad total de ciclos menstruales en la vida de una mujer, y esto parece reducir el riesgo de cáncer de mama en el futuro. Las mujeres que nunca han tenido un embarazo a término o que han tenido su primer embarazo a término después de los 30 años tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. En el caso de las mujeres que tienen hijos, la lactancia puede reducir levemente el riesgo de cáncer de mama, especialmente si continúan amamantando durante 1 año y medio a 2 años. Para muchas mujeres, no obstante, amamantar durante tanto tiempo no es viable ni práctico.
Exposición al DES. Las mujeres que recibieron un fármaco llamado dietilestilbestrol (DES), que se utilizó entre la década de 1940 y la década de 1960 para evitar abortos espontáneos, tendrían un riesgo apenas más elevado de desarrollar cáncer de mama. La mujeres cuyas madres tomaron DES durante su embarazo también podrían tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

¿Qué factores de riesgo podemos manejar?
Peso. El sobrepeso supone un riesgo elevado de cáncer de mama, en especial para mujeres postmenopáusicas. El tejido graso es la principal fuente de estrógeno que posee el cuerpo tras la menopausia, cuando los ovarios dejan de producir la hormona. Una mayor cantidad de tejido graso implica un mayor nivel de estrógeno, lo que puede aumentar el riesgo de cáncer de mama.
Dieta. La dieta es presuntamente un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama, pero todavía no se ha determinado con certeza qué tipos de alimentos aumentan el riesgo. Un buen comienzo puede ser evitar la carne roja y otras grasas animales (incluidas las grasas lácteas del queso, la leche y el helado), ya que pueden contener hormonas, otros factores de crecimiento, antibióticos y pesticidas. Lo más recomendado es llevar una dieta con bajo contenido graso, rica en frutas y vegetales. 
Ejercicio físico. Cada día hay más pruebas de que el ejercicio ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama. La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda hacer ejercicio físico entre 45 y 60 minutos al menos 5 días a la semana.
Consumo de alcohol. El alcohol puede afectar la función renal de control sobre los niveles de estrógeno en sangre, lo cual puede aumentar el riesgo.
Tabaquismo. Fumar suele implicar un leve aumento en el riesgo de cáncer de mama.
Exposición al estrógeno. Debido a que el estrógeno en las mujeres estimula el crecimiento de las células mamarias, la exposición a esta hormona durante períodos prolongados ininterrumpidos puede aumentar el riesgo de que se forme cáncer de mama. Se pueden controlar algunos de estos factores de riesgo, entre ellos: el uso de terapias de reemplazo hormonal combinadas (estrógeno y progesterona; TRH) durante varios años, o el uso de estrógeno solo durante más de 10 años, el sobrepeso y el consumo regular de alcohol.
Uso reciente de anticonceptivos orales. El uso de anticonceptivos orales (pastillas anticonceptivas) parece aumentar levemente el riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado. Las mujeres que hayan dejado de utilizar anticonceptivos orales por más de 10 años no parecen presentar un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama.
Estrés y ansiedad. No hay pruebas claras que indiquen que el estrés y la ansiedad pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. No obstante, todo lo que hagas para reducir el estrés y mejorar tu bienestar, tu estado de ánimo y tu grado de satisfacción puede afectar notablemente tu calidad de vida. Los llamados "ejercicios de la conciencia" (como la meditación, el yoga, los ejercicios de visualización y las oraciones) pueden aportar mucho a tu rutina diaria o semanal. Algunos investigadores consideran que estas prácticas fortalecen el sistema inmunitario.

La FUNDACIÓN CENTRO DIAGNÓSTICO NUCLEAR se dedica a la asistencia e investigación científica en el campo del diagnóstico por imágenes de diversas enfermedades. Hace muy poquito inauguró el  CENTRO DIAGNÓSTICO DE LA MUJER, un espacio cómodo, diseñado especialmente para la realización de las evaluaciones periódicas que las mujeres 
Cuenta con un equipo de profesionales multidisciplinarios y tecnología de punta que le permite brindar un servicio de excelencia a cada paciente contribuyendo a mejorar su calidad de vida.

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Av. Nazca 3449, C.A.B.A. (entre avenida San Martín y avenida Beiró, frente al Hospital de Oncología “Angel H. Roffo”)

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