lunes, 23 de mayo de 2016

EDITORIAL

“A LOS QUE HACEN DE LA  MATERNIDAD Y PATERNIDAD SU MEJOR TRABAJO”

Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ  - Dirección


El pasado 1º de Mayo, Día del trabajador, recibimos de una mamá del colegio al que va mi hijo un whatssap que inspiró estas líneas. En él decía “Feliz Día para todos, especialmente a los que hacen de la maternidad y paternidad su mejor trabajo”.
En un mundo tan complejo y en una sociedad donde el cambio permanente es su principal característica, el desafío de construir una familia no es menor. 
Los padres son los pilares de esta primera comunidad, origen, célula vital, prototipo y fuerza motriz de la cultura y educación de una nación, a donde se arraigan los valores y surge el imperativo moral que sirve como cauce de la libertad de la persona hacia su plena realización.
En este sentido el mensaje de Francisco es claro. Él está convencido que la familia es esencial a la hora de enfrentar los grandes desafíos del mundo actual. La violencia de género, y cualquier tipo de violencia, las conductas criminales y por ende la inseguridad, el problema de las adicciones y el narcotráfico, las conductas discriminatorias y excluyentes, la pobreza, la tristeza y la falta de horizontes, todos son males que tienen menos posibilidades de crecer si hay vínculos familiares sanos y contenedores.
Desde estas mismas páginas, José César Rodriguez Nanni ha bregado en innumerables oportunidades sobre  “el valor imponderable de ‘Volver a la Mesa Familiar’, perdida en parte con la globalidad incentivada del individualismo que se constituye en germen de conflictos a escala, que en muchos países degrada a la comunidad y faculta la incertidumbre”.
Cualquiera sea el modelo de familia, el rol de los padres en la vida de un individuo es insuperable e insustituible, pero necesita imperiosamente del apoyo y sostén del resto de las instituciones de la comunidad para desarrollar su misión plenamente.
Y es por ello que desde la perspectiva económica, social, cultural y legal, el Estado -y la sociedad en su conjunto- juegan un papel trascendente para contribuir a crear las condiciones de equidad y justicia para que las familias puedan desarrollarse e ingresar en los circuitos de la producción, bienestar y trabajo, en un contexto que garantice la igualdad de oportunidades con educación de calidad, acceso a la salud y promoción del desarrollo social.
Los jóvenes imbuidos del concepto de familia y con valores para la cultura nacional son el verdadero futuro y un factor de paz a nivel global, más allá de toda concepción filosófica.

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