jueves, 3 de septiembre de 2015

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

SOCIEDAD

ACOMPAÑAR EN EL DOLOR POR NUESTROS ANIMALES, MIEMBROS DE LA FAMILIA

Escriben: PATRICIA BAIONI - ANGIE DÍAZ - Consultoras Psicológicas


Los que somos amantes de los animales los consideramos miembros de nuestra familia, ellos nos brindan compañía, protección, apoyo emocional, aceptación y amor incondicional.  Nos dedicamos, confiamos en ellos, a veces llevamos sus fotos en nuestra billetera.  
Siempre que muere o se enferma nuestro querido animal, lo lógico es sentirnos abatidos por la intensidad de esa tristeza.  Lamentablemente, no  toda la gente considera a esta pena como duelo y lo ven “inapropiado” o exagerado o poco importante.  Comprendiendo y permitiéndonos este dolor podemos encontrar el modo de afrontarlo y permitirnos que esas lágrimas fluyan para luego, cuando el tiempo propio se cumpla, podamos enfocarnos hacia los momentos felices compartidos.

El proceso de duelo
En todos los casos el duelo es un proceso individual cuyo tiempo de duración depende de cada persona, muchas veces sus cinco etapas aparecen entrelazadas y pueden fluir en este orden: 
Negación y aislamiento: Nos paralizamos ante el diagnostico terminal o la muerte, cuando es una noticia inesperada esta reacción es más marcada. No lo podemos creer, a veces no queremos hablar con nadie o sólo con unos pocos.  Esta reacción nos permite amortiguar el dolor y empezar a asimilar la pérdida.
Enojo y culpa: Pensamos que la pérdida fue injusta, sentimos rabia, culpa hacia uno mismo y hacia otros (al veterinario, a quien lo cuidaba, al que nos dio la noticia). Si nos relacionamos con alguien en esta etapa, no debemos responder con más enojo.
Negociación: Se presenta el pensamiento mágico, si somos creyentes pactamos con Dios para que nuestro animal no se muera y si murió percibimos que nos cuidan desde el más allá.  Muchas veces podemos sentir que es inapropiado sentirse así, sin embargo es una reacción humana y valiosa. 
Depresión: Cuando ya no podemos seguir negando la pérdida, podemos experimentar verdadera pena e incluso sentirnos muy deprimidos, este es un estado temporal y es necesario dar rienda suelta a nuestra tristeza.
Aceptación: Esta es una etapa en la que se aceptamos la realidad de la pérdida y asumimos que debemos seguir sin nuestro ser querido, y recordar a nuestro compañero con menor tristeza y más recuerdos felices de lo que compartimos juntos.  
Entendemos que no es lo mismo aceptar que olvidar y en una entrevista de Counseling nos conectamos con lo que le pasa al que sufre ese dolor para transitar y acompañarlo en estas etapas, en el tiempo que necesite la persona que nos consulte y en otros sentimientos que puedan surgir en el encuentro.

Consultas: 
Clr. Patricia Baioni:  15.6924.3094  / Clr. Angie Díaz: 15.6159.1689
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Atendemos por Skype: counselors.bicheros
Atendemos personalmente en Baigorria y Cuenca, Villa del Parque.

1 comentario:

  1. Hay,veces que es tan intenso el dolor,que quema por dentro,aprendemos a callarlo,pero con solo pensarlo...se inundan los ojos de lagrimas y comienzan a rodar por la cara.. sigo sintiendo ese tremendo vacio en mi interior...escomo que me divido en dos...la que soy ante los demas y quien soy en realidad,añorandolo,extrañando sus abrazos..su compania y la seguridad que em brindaba,su demostracion constante si por algo caia...no..hace 6 meses ya y aun no puedo resignarme a su perdida.

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