lunes, 6 de julio de 2015

CIUDAD

ELECCIONES 2015

EL CIUDADANO EN EL CENTRO DE LA ESCENA

Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ


El domingo 5 de julio fue un día especial en la ciudad de Buenos Aires. Una vez más concurrimos a votar para elegir a nuestros representantes con el agregado del debut de la Boleta Única Electrónica, toda una novedad que mantuvo a muchos expectantes, pero que a la luz de los resultados, hasta el momento demostró ser efectiva por la sencillez y agilidad que le dio al acto eleccionario y la rapidez a la hora del recuento.
Hoy 6 de julio estamos ante un escenario previsible: balotaje entre las dos fuerzas que obtuvieron más votos: PRO y ECO. Entonces, el 19 de julio nos volveremos a encontrar frente a las urnas para decidir quien queremos que gestione el destino de nuestra ciudad los próximos 4 años.

Según el escrutinio provisorio, el triunfo del PRO fue contundente con un promedio de 45,5% en el total de la ciudad. ECO obtuvo un 25,49% y se consagró como segunda fuerza.
Con una distancia de 20 puntos, a primera lectura y sin mediar análisis, parecería sencillo para Rodriguez Larreta llegar a la mayoría, un 5% más bastaría para transformarlo en Jefe de Gobierno.  ¿Es tan fácil lograrlo?

Les propongo un análisis más pormenorizado:
- A diferencia de las otras fuerzas, el PRO fue la única que perdió votos en relación a las PASO (47,44%). Es decir, hay votantes –que probablemente eligieron a Michetti- que en esta oportunidad optaron por otro espacio.

- Desde el 2003, esta será la primera vez en la ciudad que el FPV no participa de la segunda vuelta. Es decir, en las anteriores ediciones el PRO enfrentó a una fuerza que mostraba banderas muy distintas desde lo ideológico y en las que el fantasma de quedar sometidos a la hegemonía del gobierno nacional pudo haber incidido en el resultado.
Con ECO (formada por la Unión Cívica Radical, Coalición Cívica ARI, Partido Socialista, Partido Socialista Auténtico y Confianza Pública) el debate ya no está en un plano tan antagónico sino mucho más pragmático: qué políticas públicas se privilegiarán y de qué manera se implementarán en materia de salud, seguridad, educación, espacio público, descentralización, desigualdad y tantos otros temas que hacen a la realidad de los porteños. 
Y es un argumento que ahora esgrimió Lousteau cuando señaló que en el hipotético caso que el PRO ganara las elecciones nacionales, llegando ECO al Poder Ejecutivo local, la ciudad correría menos riesgo de quedar supeditada por el gobierno nacional, algo que le resultaría más complicado a Rodríguez Larreta por ser del mismo signo político.

- Algunos equiparan a ECO con CAMBIEMOS (integrada por PRO, UCR, Coalición Cívica, Partido FE y Democracia Cristiana). Pero son coaliciones distintas. En rigor de verdad, sólo dos partidos, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, están en ambas coaliciones. No escapa que Lousteau ya está lidiando con las presiones internas de dirigentes de su propio sector que pretenden privilegiar su posicionamiento nacional por sobre el debate distrital y que tiene como telón de fondo la indudable preocupación del PRO. Por eso, ayer veíamos como desde distintos espacios insistían en empujarlo a resignar su candidatura, algo que el mismo Lousteau catalogó que "...sería una traición a quienes me votaron”. 

- Mientras tanto, desde un punto de vista estratégico los simpatizantes y militantes que votaron al FPV, seguramente ven sumamente atractivo inclinarse por Lousteau, toda vez que un triunfo de éste en la ciudad, dejaría al PRO sin su principal bastión a muy pocos días de las PASO nacionales donde su máximo líder es el precandidato de CAMBIEMOS con mejor performance. Para Macri sería un golpe duro, en lo inmediato para enfrentar en las primarias a sus adversarios - Sanz y Carrió - y si las supera, en las elecciones generales de la nación. Algunos arriesgados ya se están preguntando… ¿Qué sería del PRO si pierde la ciudad y no gana la nación?

- Hay ciudadanos que  consideran que ocho años es tiempo suficiente para una gestión. Entienden que la alternancia enriquece, facilita el desarrollo y evita que se enquisten sectores en el poder.

- Por último, la mayoría de los votantes de los partidos de izquierda - no son pocos  (7%) -, ven a ambos adversarios de este balotaje no demasiado distintos. Tanto es así que Myriam Bregman, titular del Frente de Izquierda de los Trabajadores ya invitó a sus simpatizantes a “votar en blanco”. Ahora bien, ¿Lo harán a sabiendas que esto ayuda al candidato del PRO que está en las antípodas de su pensamiento u optarán por ir a votar  lo que consideran “el mal menor”?

Se evidencia un nerviosismo real. El PRO se juega mucho más que la ciudad. Necesita retener todo su caudal electoral y sumar un 5% más del electorado, pero sabe que su candidato ha quedado muy a la derecha del resto del espectro político. 
ECO está  lejos pero también sabe que su candidato está más al centro y podría ser capaz de capitalizar el voto de los simpatizantes del FPV y de parte de quienes coinciden con las ideas de los partidos de izquierda.

Lo cierto es que el ciudadano tiene en sus manos una vez más el destino de su ciudad. Una oportunidad para demandar a la clase política en general y a los dirigentes que se postulan en esta elección en particular que estén a la altura de las circunstancias con propuestas serias que nos seduzcan y nos permitan soñar con la ciudad que queremos. El soberano dentro de 15 días tendrá la última palabra.

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