martes, 24 de septiembre de 2013

EDITORIAL

PREVENIR
Causas, hechos, efectos
Escribe: JOSÉ CESAR RODRIGUEZ NANNI

Siempre se menciona que “Más vale Prevenir que Curar”, pero esta reflexión se ve olvidada en el diario vivir tanto en lo individual como en lo colectivo. Reaccionamos cuando la realidad nos abruma y nos lamentamos por no haberlo previsto, cuando es irreversible.
Cuanto se evitaría en el orden físico y moral, por efectos directos y colaterales, si la prevención hubiera operado. Esto es una aptitud aplicable a la salud, con dimensiones imponderables, a la seguridad pública, en lo político, económico, social, educativo y en lo particular, familiar o de grupos.
Una de las modalidades visibles son las consecuencias de los accidentes viales, los atropellos y delitos sin una contención por fallas en la educación y en la estructura social, incluso en los hechos de envergadura no asumiendo las responsabilidades de controlar a través de organismos específicos, aplicando las leyes que habilitan, para sancionar evitando daños patrimoniales y de vida, antes no después. 
La comunidad ha de privilegiar para todos la igualdad de oportunidades y caminos de libertad, evitando las injusticias en todos los niveles. 
Esto es prevención de base que no cabe duda influye en lo colectivo, facultando la posibilidad de participación directa a través de los representantes, para anticipar reclamos y propuestas. 
Cada ciudadano en lo relacionado a la persona y a cada grupo como integrante del conjunto social es directo responsable con su comportamiento para evitar una transformación violenta de nuestra sociedad, no bastan actos aislados, socialmente buenos o solidarios, la labor positiva debe ser conjunta, recíproca, ordenada, programada, planificada y proyectada en el corto, mediano y largo plazo. 
Decían con ironía “no se queje si no se queja”, aunque en esos tiempos hacerlo, podía comprometer la integridad personal. En democracia es valorable el ejercicio de proponer soluciones, con críticas constructivas, haciendo valer los derechos, claro está que lo principal es asumir las obligaciones, y en nuestro país el ejemplo lo dan las variadas asociaciones, sean de carácter gubernamental o no gubernamental. 
Prevenir es adoptar los medios necesarios para que una situación no desemboque en un final sin solución, es vislumbrar un futuro y obrar en consecuencia, no esperar que llueva para tener paraguas. 
El instrumento válido es involucrándonos en ser actores de los cambios ya sea para erradicar obstáculos o modificando el “no te metas” por movimientos de comunicación que habiliten soluciones y virtudes sociales.
 
¿Usted qué opina?

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