jueves, 22 de marzo de 2012


 APRENDER MÚSICA

¿DIVERTIDO O FORMACIÓN SÓLIDA?
Escribe: DIEGO BRASS - Profesor de piano
Muchas veces los padres de los alumnos de música o los propios alumnos cuando son más grandes me preguntan como trabajo y enseño. La inquietud se corresponde con una idea previamente concebida que tienen ellos. Hay algunos que les interesa la formación musical clásica, suponiendo que es exigente y de alcances más altos. Hay otros que le interesa divertirse en la clase y no quieren saber nada de lo aburrido que supone que es los aspectos más teóricos y formales de la música. Y la verdad es que estas dos inquietudes no son contrapuestas. El aprendizaje de la música puede ser divertido, creativo, expresivo y a la vez formativo.
En primer lugar la experiencia en clase tiene que ser emotiva, para que el alumno sienta deseos de seguir aprendiendo. Emotiva en cuanto perciba que puede expresarse con la música ya sea en la interpretación, como en la creación (sintiéndose capaz de crear con el universo de sonidos, algo que le resulte significativo).
En la interpretación los sentimientos afloran cuando nos gusta la composición abordada y experimentamos que esa música nos conecta con algo de nuestros recuerdos. Concientes o inconcientes. A veces nos emocionamos y no sabemos porque. En otras ocasiones nos podemos dar cuenta y relacionarlo con una vivencia pasada. Claro que nuestros gustos muchas veces vienen “formateados” por la costumbre de escuchar un determinado estilo, por la repetición de canciones en los medios masivos (radio, tele, Internet). Una experiencia enriquecedora es cuando el alumno puede tener una apertura a otras formas musicales que no está acostumbrado.
En la creación puede pasar que el alumno exprese algo interior y se sienta totalmente realizado, como también apreciar sus limitaciones cognitivas para volcar musicalmente lo que quiere “decir”. Esto probablemente lo estimulará  a querer aprender más. Tener más elementos y recursos para expresarse. Y a partir de estas experiencias es donde puede volverse placentero la incorporación de técnicas y conocimientos teóricos. Es decir que a través de las experiencias placenteras con la música, se puede hacer un proceso posterior de internalización y conceptualización de los elementos teóricos y sus técnicas. Es una evolución de prácticas teniendo como guía el disfrute y su posterior elaboración conceptual; intuitiva o explicita.

Consultas: 4588.0420  /  diegobrass@yahoo.com.ar

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